20 Jun Infecciones Vaginales en el embarazo
Las infecciones vaginales suelen ser frecuentes en el embarazo, especialmente en pacientes que han padecido infecciones antes del embarazo. Los cambios hormonales en la gestación afectan el ambiente vaginal, alterando el Ph y la composición de la flora vaginal normal, ocasionando mayor predisposición a infecciones.
Durante el embarazo se observará mayor secreción vaginal, la cual se caracteriza por ser blanquecina, lechosa, líquida, en moderada cantidad, parecida al flujo que se observa unos días antes de la menstruación. Este flujo no presenta olor, ni ningún otro tipo de síntoma.
Cualquier cambio en el aspecto de la secreción vaginal, color amarillento, gris, verde, blanco en grumos, mayor cantidad, acompañado de ardor, picazón, mal olor; nos alerta de la presencia de infecciones vaginales.
Las infecciones vaginales de las podemos clasificar en:
- Candidiasis Vaginal
- Vaginosis Bacteriana
- Infección por Chlamydia
- Infección por Gonorrea
- Infección por Estreptococo del grupo B
Estos patógenos pueden encontrarse normalmente como parte de la flora vaginal, como el hongo Cándida, y los cambios en la flora vaginal ocasionan mayor multiplicación del hongo y que se presente una infección. Otros microorganismos como la Chlamydia y la Gonorrea, son eminentemente de transmisión sexual.
Los microorganismos ascienden por vía vaginal hacia los orificios cervicales, teniendo contacto con las membranas fetales, y ocasionando infección de las mismas, a esto se le llama coriamnionitis, y ocasiona también infección del feto. Además de la coriamnionitis y sus complicaciones, se asocian las infecciones vaginales a mayor riesgo de aborto, parto prematuro, neumonía neonatal y sepsis neonatal, siendo esta última una infección sistémica y grave del recién nacido.
Es importante la detección temprana de estas infecciones, y el tratamiento oportuno para prevenir mayores consecuencias, todas las pacientes embarazadas deben ser evaluada en búsqueda de infecciones vaginales durante el embarazo, y también para descartar infecciones de transmisión sexual. Los cultivos vaginales son una buena opción para determinar el tipo de infección que se presenta, y sobre todo en las pacientes que presentan infecciones a repetición. De rutina se realiza cultivo del tercio inferior de la vagina a las 35 o 36 semanas, en las pacientes que tendrán parto vaginal para descartar la bacteria Estreptococo del grupo B, ya que es una de las principales causas de infecciones en los recién nacidos, ocasionando infecciones graves incluso la muerte neonatal.
Tomando en cuenta lo anterior debes consultar ante cualquier síntoma anormal. Y algo muy particular que suelo observar es el miedo al tratamiento, o la duda de por qué padecen ahora una infección si nunca han tenido antes infecciones. Estos pensamientos retrasan el inicio del tratamiento lo cual afecta el curso del embarazo.
No debes tener miedo a utilizar los medicamentos que el médico te indica, ya que el médico sabe que te puede recetar y que no, debes tener miedo a tener una infección no tratada la cual puede afectar a tu bebé, y tener consecuencias importantes.
Asimismo, indicamos tratamiento a la pareja, aunque la pareja no presente síntomas, debido al riesgo de reinfección, y con mayor razón si son embarazadas que han presentado infecciones a repetición.
Dra Karen Abularach/Salud Femenina
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