28 Sep ESTIMULACIÓN INTRAUTERINA: Por qué es importante?
En años recientes el tema sobre la capacidad del feto para escuchar, aprender e incluso recordar adquirió importancia, antes se creía que la capacidad de memoria empezaba desde el nacimiento, incluso otros autores indicaban que dicha capacidad se lograba más tarde aún, pero ahora sabemos que el ambiente intrauterino es una mezcla de múltiples estímulos para el feto, que provienen del interior y del exterior. La historia de la vida se empieza a escribir desde la concepción, los pilares que nos fundamentan en quienes somos y seremos el resto de nuestra vida se cimientan desde la vida intrauterina. Se pensaba tiempo atrás que el bebé que se encontraba en el útero como una página en blanco, y nacía así, en blanco, y poco o nada influía el transcurso del embarazo en su personalidad, lo cual es totalmente al contrario.
Ya en la década de los cincuenta el doctor Alfred Tomatis, precursor del campo de la psicología prenatal, aseguró que el feto era capaz de escuchar. Y para la década de los ochenta, el doctor Thomas Verny y John Kelly publicaron el libro “La vida secreta del niño antes de nacer”, en el cual se sintetizan los principales hallazgos existentes que demuestran que el niño intrauterino posee muchas más capacidades de las que hace algunos años se creía, como la capacidad de oír, recordar, e incluso aprender. A partir de ellos se han realizado muchos estudios más, y se ha tomado la vida intrauterina como una ventana de tiempo importante. Toda madre habla a su bebé, procura expresarle de forma oral su amor, también su padre, y la noticia es que “sí”, el bebé está escuchando, y más profundo que eso, se establece un dialogo emocional entre la madre y el feto, el bebé es capaz de percibir mucho más de lo que creemos, es capaz de percibir los estados de ánimo de la madre y es susceptible a estos estados de ánimo.
El Doctor Dominick Púrpura, profesor del “Albert Einsten Medical College” y jefe de la sección de estudios sobre el cerebro, indica que el comienzo de la conciencia se encuentra entre la semana veintiocho y treinta y dos. Los circuitos neurales del cerebro están tan desarrollados como en un recién nacido, y la corteza, la parte más compleja del cerebro está lo suficientemente madura. Los primeros fragmentos de memoria, comienzan desde el tercer trimestre. En mi opinión, considero que aún no hemos concluido, ni revelado completamente todas las capacidades del niño intrauterino, mi percepción es que hay mucho más, el bebé es capaz de percibir desde los momentos más iniciales del embarazo, y si pudiésemos encontrar la forma de determinar con completa exactitud todo estos datos, nos indicarían que su conciencia y memoria van mucho más allá de lo que hemos creído siempre.
Se habla siempre de lo importante que son los primeros momentos después del nacimiento para el vínculo madre y bebé, y que si se interrumpe o se impide ese momento, hemos afectado ese vínculo profundamente, no deja de ser importante ese instante sagrado, y debemos valorarlo y protegerlo. Pero los conocimientos de la vida intrauterina, confirman que ese vínculo ya se ha iniciado a formar desde mucho antes en su interior, en el nacimiento las reacciones inmediatas del bebé serán respuesta a ese vínculo que se cultivó en el interior del útero. El bebé ha sabido siempre si es amado o no, un bebé amado es al nacer un bebé saludable, feliz, curioso; un bebé que percibió sentimientos adversos hacia él o ella en su vida intrauterina se mostrará apático, aletargado, indiferente al contacto. Todo ese amor durante el embarazo forjará un vínculo indestructible, y si sumamos un poco de estimulación, incluso ese vínculo se puede reforzar aún más. Se ha observado en muchos estudios que los bebés que fueron estimulados son bebé más sociables, curiosos por su entorno, deseosos por ese contacto con el mundo exterior y conocerlo. Este vínculo no es exclusivo para la madre, si bien la madre está en mayor contacto, se puede desarrollar con cualquier otro miembro de la familia principalmente el padre.
Son muchos los casos referidos de remembranzas en la vida incluso en la edad adulta de experiencias vividas intrauterinamente, y no son forzosamente descubiertas bajo hipnosis, están a la luz más evidentemente, sin tener que haber sido escrudiñadas, esto nos hace pensar en su efecto profundo en la vida del ser humano, un efecto persistente que nos alcanza para toda la vida.
Somos lo que nos pasa, lo que no ha pasado, eso es lo que va formando nuestra personalidad, es lo que dice el libro de Thomas Verny y John Kelly “La vida secreta del niño antes de nacer”. También el autor cuenta un sinnúmero de experiencias que comprueban la influencia de la vida intrauterina, siendo una de ellas la experiencia de un compositor que con los años nota que puede tocar misteriosamente melodías que cree nunca haber escuchado antes o practicado antes, hasta que el misterio es resuelto y su madre le comenta que son las melodías que ella ensayaba con el instrumento cello cuando ella estaba embarazada.
El papel del padre, es vital, no sólo mediante la comunicación que establezca con su hijo, es sabido que uno de los principales puntos de preocupación de la madre es su relación con su pareja, un aspecto que la puede llenar de seguridad o hacerla tambalear en todas sus emociones, más que otros factores a su alrededor. El abandono, el abuso, el descuido, son heridas profundas para la madre y por ende al bebé. Como pueden los padres colaborar en nutrir emocionalmente a sus hijos intrauterinamente, cuidando, protegiendo, amando a su esposa. Y asimismo a su bebé.
¿Cuándo es el momento idóneo para iniciar la estimulación intrauterina?
La mayoría de estudios indican que el momento idóneo para lograr la comunicación y estimulación es en los últimos tres meses, cuando el niño posee un grado de conciencia y memoria considerable. No cuestiono estos estudios, aunque nos hablan sobre la complejidad del pensamiento y memoria en el tercer trimestre, me es imposible no creer en la capacidad de establecer comunicación efectiva en etapas más tempranas. ¿Cuándo iniciarla? Inmediatamente. Y claro no descuidarla e intensificarla en los últimos tres meses.
TIPOS DE COMUNICACIÓN INTRAUTERINA
CONDUCTISTA: Esta se manifiesta por ejemplo en el pataleo, movimiento del bebé en reacción a un sentimiento, que se le transmite y manifiesta.
SIMPATICA: Parece que todas las emociones que la madre experimenta, como el miedo y la ansiedad tienen una dimensión simpática. Esta es la comunicación de alma a alma. Esto ha sido demostrado por estudios donde las madres felices y satisfechas tienen más posibilidades de dar a luz niños extrovertidos e inteligentes. Las madres que no desean a su bebé y las ambivalentes ante su embarazo, darían a luz niños con características y actitudes indiferentes ante la vida. Sin duda el radar emocional del niño es tan sensible que registrará todos los sentimientos maternos, y sobre todo aquellos que se refieren a sus sentimientos hacia él.
FISIOLÓGICA: Se basa en los intercambios fisiológicos que suceden durante el embarazo, como la producción de neurohormonas por parte de la madre, la madre produce ciertas hormonas en caso de estrés, estas hormonas son capaces de atravesar la placenta y llegar al bebé.
Otra forma de comunicación fisiológica son los latidos del corazón materno, es el sonido que escucha predominantemente el feto. Al ritmo de estos latidos el bebé le atribuye un importantísimo significado: tranquilidad, seguridad y compañía.
Todo bebé ya nacido disfruta encontrarse cerca del corazón materno, poder escuchar nuevamente ese sonido que lo acompañó por 9 meses, ese sonido que le habla que su madre está cerca, que está seguro.
LA VIDA INTRAUTERINA
El feto se encuentra inmerso en el líquido amniótico, el cual le brinda protección, no siente calor o frío, y además le sirve para amortiguar los sonidos y protección. Se encuentra inmerso en un ambiente hormonal, un ambiente activo y sonoro. Escuchando el latir imparable del latido materno, que le habla de lo que su madre está sintiendo. A esto sumamos todos los sonidos del organismo, intestinos, la velocidad de la sangre recorriendo los vasos de todos los calibres.
¿Y qué hace el bebé allí adentro? Se encuentra en un vaivén de estímulos, bajo la influencia de su entorno inmediato, y también lo que proviene del exterior. Se encuentra variablemente en períodos de sueño, descanso, y períodos activos como todo ser humano. Se considera que puede tener mayor actividad entre las 20 horas y 24 horas, pero esto es relativo, ya que cada bebé es un ser individual. Conforme avanza el embarazo el bebé se va adaptando a los horarios maternos, moviéndose preferiblemente en los períodos de descanso materno cuando se le brindará mayor flujo sanguíneo a través de la placenta, ya que se distribuirá principalmente a él por la posición materna y la menor necesidad para los órganos maternos, porque no hay actividad materna importante, también sentirá mayor libertad para moverse porque los movimientos maternos no sé lo impedirán.
Bibliografía
Carrera J., Kurkaj A., Conducta Fetal, Estudio Ecográfico de la Neurología Fetal, Elsevier, España, 2008; 6:53 7:73
Reyes Gómez U. et al, La música de Mozart en el período prenatal, artículo de revisión, Ginecol Obstet Mex 2006;74:424-8.
Rodríguez L., Vélez X. Manual de estimulación en útero dirigido a gestantes, pag: 9-16.
VERNY, T., Kelly J., La vida secreta del niño antes de nacer, Urano, Argentina. 1988
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