12 May CAMINO A LA MATERNIDAD, Conociéndome a mi misma
Conociendo mí misma: Iniciando el camino a la maternidad
Somos un diseño muy detallado, todo tan bien planeado y funcional. Hay tanta maravilla en tu interior, y también en tu exterior. Somos una obra de arte, inigualable. ¿Qué piensas cuando te ves en el espejo? Cuando te escuchas a ti misma, cuando miras la vida que has dejado atrás, que piensas de lo que has hecho de tu vida, a donde te ha llevado cada decisión que has tomado y las decisiones que has dejado en blanco. ¿Cómo te ves a ti misma? ¿Te ves a través de los ojos de los demás o te miras a ti misma como Dios te ve? ¿Te conoces? ¿Quién eres? ¿Quién eres cuando ya no tienes que aparentar? Conócete a ti misma, como persona, tu identidad.
Hace poco oí la experiencia de una joven que había sufrido por mucho tiempo depresión y aún luchaba cada día, pero había aprendido a sobreponerse. Comentaba que por mucho tiempo no tuvo identidad, no sabía quién era, ni que le gustaba, que prefería en la vida, ni hacia a donde iba. Lo único en que pensaba era en quedar bien con los demás, y que nadie hablara de ella. Y sufría en su interior, había frustración, un grito hervía en su corazón y con la sonrisa diaria lo disimulaba, una sonrisa superficial.
Me hizo preguntarme muchas cosas, desde que me gusta hacer, que disfruto, y me di cuenta que en algún tiempo también fui como ella, no podemos culparnos es fácil caer en ese círculo de complacencia. Como la trama de una película “¿Cómo me gustan los huevos en el desayuno?” Se preguntaba, la actriz principal, parece gracioso, pero ella no sabía ni siquiera eso de ella misma y se propuso empezar desde esa pequeña elección, probo todas las maneras posibles cada día, y un día dijo “Siempre me han gustado estrellados, simples, realmente lo he sabido desde el inicio”. En el interior tenemos todas las respuestas, la sociedad, la pareja, nosotros mismos nos hemos silenciado. Hay que dar el salto, es un salto cuántico emocional, porque no podremos complacer a todos. Ahora más que nunca ármate de fuerzas internas, eres una mamá, hay alguien que depende física y emocionalmente de ti.
Toma tiempo para ti, para reflexionar a solas, donde la vida se detenga y mírate a ti misma, un ser tan completo y capaz de enfrentar todo lo que viene, no hay un manual con todas las respuestas, no hay secretos mejor guardados en la maternidad, pero si hay un instinto materno, hay sabiduría divina. Hay madurez, hay crecimiento emocional con cada experiencia.
Con cariño, Dra Karen Abularach
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